¿Qué hacer con los niños? La pregunta suena con fuerza durante enero y febrero, meses que no sólo son sinónimo de vacaciones de verano, sino también de un largo período donde los niños están más horas en la casa junto a su familia.
Y precisamente ese tiempo puede ser muy provechoso para potenciar el vínculo afectivo y las habilidades cognitivas de los pequeños de entre dos a cuatro años por medio de actividades entretenidas y de calidad, afirma la directora ejecutiva de la organización experta en primera infancia Fundación Niños Primero, Anne Traub.
Por ello, la entidad que dirige presentó una serie de actividades prácticas para padres o cuidadores y los niños que permitan potenciar capacidades que son fundamentales en su desarrollo integral, como el lenguaje, la indagación, la paciencia y la capacidad de autorregulación, entre otros.
“La estimulación temprana y el vínculo afectivo en la etapa inicial son herramientas fundamentales que marcan la diferencia y logran transformar el futuro de niños y niñas, entregando una primera base de oportunidades que todo niño debe tener. En este sentido, las vacaciones se convierten en un espacio idóneo para fortalecer las habilidades cognitivas y socioemocionales en nuestros hijos, a la vez que se fortalece el vínculo afectivo a partir del juego y la entretención”, afirma.
Algunos consejos prácticos:
- Háblele a su hijo. Conviértase en una especie de relator de fútbol.
Durante el tiempo que esté junto a su hijo relate las actividades que realiza. Pruebe, por ejemplo describiendo la fruta o alimentos que come, sus colores y lo bien que hacer para crecer. Asimismo, si salen de paseo vaya relatando lo que ven.
¿La razón? Escuchar a los adultos a hablar ayuda a los niños a generar desarrollo del lenguaje hablado y comprensivo.
- Fomente su autonomía
A través de simples preguntas los niños irán desarrollando paso a paso su autonomía. Para ello es fundamental darle un par de alternativas a la hora de elegir por ejemplo a qué jugar: ¿Quieres jugar con la pelota o pintar? De esta forma aprenderá a elegir entre distintas opciones y el adulto tendrá la posibilidad de guiarlo y ayudarlo a comprender que cuando uno elige una opción debe llevarla a cabo y luego de terminar esa actividad podrá comenzar con otra.
- Juego Simbólico
Desde los 2 años, el juego simbólico o la imitación de roles es fundamental para fomentar las habilidades cognitivas y la empatía. Imitar situaciones de la vida real como jugar a cocinar o al doctor con muñecas, permite a los niños pasar del plano real al imaginario, empatizar con distintas funciones de la vida diaria y aprender funciones básicas como lavarse los dientes, limpiar los muebles o preparar alimentos.
- Apoye el aprendizaje con imágenes
Aprender a controlar esfínter es un gran desafío para los padres y el niño. En este sentido hacer con imágenes la secuencia de acciones que se deben llevar a cabo para ir al baño, ayudará al niño a comprender de forma concreta los pasos a seguir. Por ejemplo pegue sobre el estanque del baño el paso 1: Bajarse la ropa interior o el pañal. 2- Sentarse sobre la tasa del baño 3- Limpiarse y tirar la cadena 4- Lavarse las manos.
OJO tenga paciencia. Aprender a ir al baño es una carrera de largo aliento.
- Amor por medio de masajes. Dedicar un momento del día para masajear delicadamente los pies, los brazos y la espalda de los niños, con aceite o crema permitirá que tanto el adulto como el niño se relajen y compartan la satisfacción de tenerse el uno al otro en un ambiente de relajo y cariño.
- Motivar y felicitar
En esta etapa la autoestima y la confianza es muy frágil. Por ello es importante siempre motivar y felicitar a nuestros hijos a hablar y participar en actividades de grupo con otros niños o adultos a través de preguntas dirigidas que lo hagan sentir parte del grupo y que su opinión es importante. Por ejemplo: Luego de escuchar que a la abuela le gusta comer arroz con carne, pregúntale a tu hijo qué le gusta comer a él y que luego se anime a preguntar lo mismo a otro integrante del grupo.
- Anímelo a imitar los sonidos de animales
Estimular vocabulario con onomatopeyas, es decir, imitar el ruido de animales u objetos, es primordial para fortalecer la aparición del lenguaje hablado y comprensivo. Por ejemplo, el sonido que hacemos al tocar una puerta, el sonido que hacen los perros, las vacas o una ambulancia ayudará al niñ@ a hacerse una imagen mental mucho más real de lo que está aprendiendo y ayudará a romper la monotonía al leer un cuento o conversar sobre algún tema.
- Aprender es divertido
Juega con tus hijos a oler y tocar distintos objetos con los ojos cerrados. Luego intenten adivinar qué objeto es. Elige olores y texturas muy contrastados: cebolla, ajo, un cepillo de dientes, papel, un limón o flores. Este juego permitirá estimular todos sus sentidos, empezando por el olfato y tacto.