Cualquier persona, de cualquier edad, puede padecer este trastorno neurológico que afecta del 1% al 2% de la población chilena. Especialistas entregan consejos para reaccionar frente a un caso de un ataque provocado por epilepsia.
26 de marzo de 2019- Hoy se conmemora el Día Mundial de la Epilepsia, un síndrome que afecta el sistema nervioso central, provocando convulsiones, comportamientos inusuales, e inclusive pérdida de conciencia en ciertos momentos.
“Entre un 1% y 2% de la población chilena sufre este trastorno”, afirma la Dra. Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Vespucio. Y agrega que cualquier persona, de cualquier edad, puede padecerlo.
El Dr. José Luis Castillo, neurólogo de Clínica Santa María, explica que sus causas pueden ser “un trauma de cerebro, infecciones como meningoencefalitis, consumo de drogas, accidentes cerebrovasculares, demencias”.
Para saber cómo reaccionar frente a un ataque de epilepsia, el Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help, entrega los siguientes consejos:
- Tranquilizarse y mantener la calma.
- Mover los objetos que se encuentren cerca de la persona que sufre el ataque para que no se golpee.
- Aflojar cinturones, corbatas, o cualquier prenda que pueda estar muy apretada.
- Colocar una almohada debajo de la cabeza del paciente para prevenir que la persona se golpee.
- Poner a la persona de lado y mantenerla en esa posición mientras dure el ataque.
- Acompañar a la persona mientras dure el ataque, hasta que recupere el conocimiento.
- Tomar el tiempo de la convulsión. Si dura más de 5 minutos, llamar a un servicio de urgencia.
- Al finalizar la crisis, la persona con epilepsia debe descansar y dirigirse donde su médico tratante o a un centro médico a la brevedad.
¿Qué NO hacer en presencia de un ataque de epilepsia?
- NO sujete a la persona para evitar que se mueva.
- NO introduzca objetos en la boca de la persona porque podría provocarle lesiones en su mandíbula o dientes.
- NO le practique Resucitación Cardio Pulmonar (RCP) ni respiración boca a boca.
- NO le dé alimentos ni agua hasta que la persona esté totalmente recuperada.