El 12° Juzgado de Garantía de Santiago decretó prisión preventiva para Leonel Contreras, funcionario de la Policía de Investigaciones (PDI) imputado por el homicidio de su compañera, la subinspectora Valeria Vivanco, durante un operativo en La Granja. Se determinaron seis meses como plazo de la investigación.
Según los antecedentes del caso, la detective murió por un balazo en el tórax durante un procedimiento en la población Santo Tomás el pasado domingo 13 de junio.
Si bien en un principio se acusó a dos jóvenes de 17 y 19 años, ciertas contradicciones en las declaraciones levantaron las dudas de la Fiscalía, ya que los aprehendidos aseguraron haber atropellado a la fallecida y no haberle disparado.
Después de una serie de peritajes, la investigación sufrió un vuelco en agosto y se dirigió hacia el equipo que acompañó a Vivanco en el fatídico día.
Contreras se transformó en el principal sospechoso ya que encontraron restos de pólvora en su mano. Además, portaba un arma con el mismo tipo de munición que provocó la muerte de la detective, una pistola 9mm. de marca Jericho.
Tanto el acusado como los otros dos funcionarios PDI que estuvieron en el operativo fueron suspendidos de sus funciones y se les indaga por una eventual obstrucción a la justicia.
Durante la formalización, el fiscal Jefe de Delitos Violentos, Christian Toledo, presentó distintos documentos que demostraban la participación del imputado en los hechos. Según el persecutor, el disparo no fue un descuido y hubo dolo, por lo que Contreras no fue formalizado por homicidio imprudente.
En tanto, el abogado defensor aseguró que los restos de pólvora se deben a que el policía ayudó a comprimir la herida de la subinspectora para detener el sangrado. También criticó que no fue hasta el tercer informe cuando se estableció la huella balística.