Treinta niños y jóvenes con capacidades especiales, que son parte de la educación municipal de San Felipe, y que fueron atendidos por la Fundación Equiendo, egresaron del programa correspondiente al año 2017.
Esta institución, ubicada en la comuna de Putaendo, lleva más de dos años trabajando con niños con capacidades diferentes del Valle de Aconcagua, a través de terapias interdisciplinarias con la ayuda de caballos, los que son atendidos gracias a un convenio con la Municipalidad de San Felipe para la atención de niños y jóvenes de la comuna.
Valeria Zaldívar, encargada de la oficina municipal de la Discapacidad, señaló que “nuestro alcalde, Patricio Freire, generó este convenio de trabajo con la Fundación Equiendo para beneficiar a los alumnos del sistema educativo municipal con estas terapias, para poder mejorar las competencias educativas, sociales, sus habilidades de integración también a la sociedad, y generar mejores oportunidades a las personas con discapacidad”.
“Llevamos un año con la Fundación Equiendo en este convenio de la discapacidad, que hace que San Felipe se integre como una comuna de inclusión”, señaló por su parte el Alcalde Patricio Freire, quien además manifestó su intención de solicitar al Concejo Municipal la mantención de este programa de atención.
Rafael Pantoja, Director de la Fundación Equiendo, expuso que mediante los fondos de apoyo a la educación pública se hizo posible este convenio, el que posibilita la atención en la comuna. “Nosotros, con San Felipe, atendemos 30 niños por ciclo. En total, hoy día, tenemos alrededor de 60 niños”, señaló Pantoja.
Luis Ortíz, beneficiario del convenio, manifestó su agradecimiento por las terapias brindadas a su nieto Tomás Ortiz: “Esto yo lo resalto porque es algo importante para nosotros, sabiendo que en este valle de San Felipe tenemos tanta gente con capacidades diferentes (…) Agradecer al alcalde, porque sé que es un persona preocupada (…) Yo le doy gracias y, ojalá, estos programas sigan avanzando cada vez más”.
Para que un niño pueda acceder a este tipo de terapia a través del convenio con la municipalidad debe ser alumno del sistema de educación municipal, tener una orden médica que prescriba la equinoterapia y ser evaluado por un equipo de profesionales de la educación y de la oficina de la discapacidad.
Cada ciclo de atención dura seis meses. “La idea es que a este proyecto se le pueda dar la mayor continuidad posible (…) Nosotros quisiéramos que se mantuvieran por mucho tiempo en estas terapias, pero la idea es que lo puedan aprovechar una mayor cantidad de personas”, manifestó la encargada de la oficina municipal de la discapacidad.