El Ministerio de Bienes Nacionales inició un plan de trabajo que busca lograr una solución integral que permita garantizar un acceso público seguro a los miles de visitantes nacionales y extranjeros que llegan durante todo el año a conocer la imponente Laguna del Inca en Portillo, enclavada en lo alto de la cordillera de Los Andes a 2.800 metros sobre el nivel del mar, facilitando la exploración del montañoso y azul paisaje de este recono?cido destino turístico nacional.
“Nos interesa garantizar el acceso, independientemente de que existan o no consideraciones legales al respecto, creemos que es evidente el atractivo turístico que esto tiene. Vamos a llevar adelante esta conversación con el Centro de Ski, de manera de permitir al público cada vez más el acceso a este hermoso paisaje”, señaló el Ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward.
Aunque no resulta procedente al Ministerio de Bienes Nacionales disponer de una vía de libre acceso hacia la ribera de la Laguna del Inca, ya que no es un bien nacional de uso público, la cartera inició los trabajos para convenir un acuerdo que asegure la mantención, control y seguridad del acceso hacia la Laguna del Inca.
La Seremi de Bienes Nacionales de la Región de Valparaíso, Rosario Pérez, indicó: “Nuestros equipos de fiscalización ya han inspeccionado el lugar y durante los próximos días nos reuniremos con la gerencia del Centro de Ski para analizar la posibilidad de una concesión o servidumbre de tránsito que permita a todos los visitantes de Portillo conocer y disfrutar de esta mágica laguna”.
Por razones de seguridad, debido a las complejas condiciones climáticas durante la temporada invernal en la cordillera de Los Andes, el Centro de Ski Portillo, como propietario de los terrenos colindantes con la Laguna del Inca disponen la restricción del acceso público.
En torno a la Laguna del Inca existe una popular leyenda prehispánica que relata la trágica historia de amor del inca Illi Yupanqui, enamorado de la princesa Kora-llé, quien habría muerto en el lugar al caer de un precipicio mientras realizaba un rito previo a su boda, siendo sepultada por su prometido en blancos linos en las profundidades de la laguna.