Actividad solidaria y trabajo en equipo
Grupo de trabajadores voluntarios de la División se organizó para llevar a cabo mejoras de infraestructura y jardinería a la Escuela Cristo Redentor, en el sector de Pocuro.
Con palas, brochas y carretillas partió un grupo de trabajadores de la División Andina de Codelco rumbo a la comuna de Calle Larga. La escuela rural, Cristo Redentor, los esperaba junto a sus más de 20 estudiantes de preescolar para renovar el patio de juegos, plantar árboles, pintar la fachada del establecimiento y compartir una jornada de entretención para celebrar la víspera navideña.
Ejecutivos, supervisores y trabajadores de la Gerencia de Administración (GAD), Gerencia General, Conserjería Jurídica y la Dirección de Innovación, quisieron cerrar el año compartiendo con la comunidad de una manera solidaria, iniciativa que logró sumar una adhesión superior a las 30 personas, quienes se organizaron para aportar con la mano de obra y los materiales.
Tras compartir unos minutos junto al equipo docente de la Escuela, el gerente general de la División, Alejandro Cuadra, indicó que “trasladarnos a una realidad diferente a la minería nos permite aprender otras cosas importantes. No hay nada más gratificante que salir de la rutina y ponernos en una labor ejemplar, tratar de imitar al mundo de la educación, en el cariño y la pasión por lo que hacen, es algo que espero muchos podamos empaparnos”.
Según indicó la directora del colegio, Ivón Triviño, ver que los propios trabajadores decidieron ayudar al crecimiento de su colegio es algo que no olvidará. “Es lindo ver que hoy todos se sacaron las corbatas y han estado trabajando aquí con nosotros en nuestro patio. Eso se agradece y se reconoce”.
Motivados por ayudar
Para el coordinador de la actividad, Gerardo Alarcón, “esto es ir más allá del trabajo diario y generar un vínculo al interior del equipo. Somos una compañía del Estado de Chile y somos parte de la comunidad, es primordial que tengamos una convivencia sana que nos permita seguir aportando al progreso de las localidades gracias a la colaboración de nuestros colegas de trabajo”, aseguró.
Para el supervisor de gestión, Alejandro Oyarzún, esta iniciativa es novedosa y enriquecedora, ya que “normalmente en estas fechas uno hace las fiestas de fin de año del área, pero es súper motivante. Yo estoy con mi descanso y me siento feliz aquí viendo a los niños jugar y hermoseando su jardín”.
Rompiendo la rutina
La jornada contempló de obras en el jardín de nivel menor, una charla sobre seguridad vial entregada por Carabineros de Chile y una convivencia para los estudiantes de kínder y primero básico.
Al finalizar, la educadora de párvulos, Dánisa Contreras, afirmó que “es importante que los niños tengan este tipo de apoyo. Para ellos es súper significativo porque los sacamos de la rutina diaria y están más felices, así que súper agradecidos”. El pequeño Mateo, de seis años, no dejó pasar la oportunidad para comentar que “hoy aprendí muchas cosas y me está gustando mucho cómo queda el jardín y los juegos. Estoy feliz”.