Con el apoyo de Codelco Andina
Bajo el alero de la Fundación Orquesta Sinfónica Infantil de Los Andes (FOSILA), desde abril de este año cerca de 30 pequeños de la localidad son parte de la orquesta de cuerdas que busca acercar el arte y la cultura a sus vidas. El pasado 28 de septiembre, los jóvenes recibieron sus anhelados instrumentos.
Ubicada entre los cerros del Valle de Aconcagua, a la localidad de Río Blanco no suelen llegar muchas actividades de entretención, cultura y deporte. Por lo mismo, la llegada este año de FOSILA a la escuela del sector fue todo un acontecimiento para los alumnos, sus padres y toda la comunidad.
Tanto fue su interés que desde abril de este año aproximadamente 30 estudiantes de distintas edades comenzaron a asistir a las clases teóricas, a conocer términos como pentagrama, notas musicales y características de cada instrumento. Todo esto con el objetivo de ser parte de la orquesta de cuerdas que FOSILA conformará en Río Blanco.
Y luego de meses de acercamiento a la música y aprendizajes teóricos, el pasado 28 de septiembre los jóvenes aspirantes vivieron un importante hito en su formación musical. Ese día, recibieron sus instrumentos de forma permanente mientras sean parte del programa. Ahora podrán llevárselos a sus hogares para practicar cuantas veces quieran y así seguir mejorando sus interpretaciones.
Durante la entrega de los violines, violas y chelos, entre otros, la emoción se hizo notar. Macarena Lucero (14 años) toca el violonchelo y para ella ese momento fue de “emoción, felicidad, tengo una mezcla de todos los sentimientos, porque también es grandioso, porque voy a poder aprender más de lo que sé y me están enseñando harto y me encanta”. Para Giovanni Llano (10 años) recibir su instrumento “se siente bien, lo voy a cuidar hasta que lo entregue. Me va a servir muy bien, porque quiero ser como el profe del chelo que toca bien”.
La labor de FOSILA, tanto en Los Andes, Til Til y ahora en Río Blanco, no sólo es valorada por los pequeños músicos, sino que también por sus padres, que son testigos de los avances de sus hijos no sólo en la música, sino que también en distintas facetas de su desarrollo personal. Marco Ayala comenta: “mi hija tiene 9 años y toca el violín, está feliz, soñaba con esto; es una oportunidad que nos dieron acá División Andina de Codelco, una promesa que nos habían dado, cumplida, como muchas otras cosas que nos han cumplido. Feliz, feliz”.
El hijo de Lorena Muñoz tiene 10 años y toca viola. Ella está orgullosa y así lo expresó: “como mamá estoy fascinada, nunca pensé que se iba a ir por el lado de la música, generalmente los niños de esta edad son juguetones, y que optara por el lado de las artes para mí fue sorprendente, así que todo mi apoyo”.
Más y mejores oportunidades
El año 2008 Codelco División Andina impulsó la creación de FOSILA con la idea de aportar a una formación integral de los niños y niñas, donde la música se convirtiera en una herramienta para enfrentar de mejor forma su futuro. “Es una orquesta de carácter social y si nosotros aportamos con esto al desarrollo de la personas es fantástico y creemos que efectivamente se está logrando el objetivo”, sostuvo Carlos Ríos, director de Desarrollo Comunitario de la División.
Gianella Larrondo, presidenta Junta de Vecinos de Río Blanco, manifestó que “creo que es algo maravilloso, porque los incentiva mucho más. Esto les va a dar un plus para que los niños se mantengan ocupados y que les va a servir a futuro, esta es una herramienta maravillosa”.
Para Carla Monardes, profesora de Lenguaje y Comunicación de la Escuela de Río Blanco, “es una actividad muy bonita que insta a los niños a poder desarrollarse no solamente en el plano pedagógico, sino que va más allá, porque la gran mayoría de los niños de nuestra comunidad no tienen esa posibilidad de tomar un instrumento de este nivel, entonces el hecho de que FOSILA haya llegado desde Los Andes a nuestra localidad es súper importante y yo creo que va a marcar mucho a los niños”.
El director de Cultura de la Municipalidad de Los Andes, Marco Leiva, reconoció que esto significa un gran aporte. “Este instrumento que se les entrega a los niños no solamente sirve para hacer música, sino que también es un creador de sueños. Esto va a servir para que sociabilicen y logren alcanzar sus objetivos con lo que ellos quieren hacer en sus vidas”.