Por: Moris Beracha
Bitcoin puede ofrecer varios beneficios a las personas de los países en desarrollo, particularmente en regiones donde los sistemas financieros tradicionales no son tan sofisticados y son inaccesibles para una gran parte de la población.
Dentro de los beneficios de este criptoactivo está la inclusión financiera. Muchas personas en las economías emergentes carecen de acceso a los servicios bancarios, debido a una serie de problemas como la falta de documentación, la confianza en las instituciones financieras o la ausencia de la infraestructura necesaria. Bitcoin puede servir como una forma alternativa de dinero que no requiere permiso de un banco o gobierno para su uso.
Asimismo, es una alternativa para las remesas al tomar en cuenta que enviar dinero a través de las fronteras utilizando los sistemas bancarios tradicionales puede ser costoso y lento. Bitcoin puede facilitar las remesas de manera más eficiente y a un costo más bajo, ya que no depende de la infraestructura bancaria existente ni de los tipos de cambio.
Bitcoin, además, es un medio de protección contra la inflación. En ciertas economías el alza de los precios puede erosionar el valor de la moneda local, lo que lleva a una pérdida de poder adquisitivo para los residentes. Bitcoin puede actuar como un almacén de valor que no está sujeto a la política monetaria de un solo país, ofreciendo potencialmente una cobertura contra la inflación.
Este criptoactivo tiene la capacidad de brindar estabilidad monetaria. En los países con monedas inestables. Bitcoin puede proporcionar un medio alternativo para realizar transacciones y almacenar valor, lo que puede ser particularmente útil para las empresas que se dedican al comercio internacional.
Algunos países imponen estrictos controles de divisas, lo que dificulta a las personas cambiar la moneda local por monedas extranjeras o sacar dinero del país. Bitcoin se puede utilizar para eludir estos controles, permitiendo a las personas mover libremente sus fondos a través de las fronteras.
Otra ventaja es que las transacciones de Bitcoin a menudo tienen tarifas más bajas en comparación con los sistemas bancarios tradicionales, especialmente para las transacciones internacionales. Esto puede ser importante para las personas y las empresas que necesitan una seguridad frecuente o mejorada.
Las transacciones de Bitcoin están protegidas por la criptografía y la naturaleza descentralizada de la tecnología blockchain. Esto puede reducir el riesgo de fraude, corrupción e interferencia de terceros.
El empoderamiento es otra de las virtudes del Bitcoin. Puede empoderar a las personas dándoles control directo sobre sus activos financieros. Con Bitcoin, los usuarios no tienen que depender de los bancos tradicionales para administrar su dinero.
Asimismo, ofrece transacciones transparentes, pues la tecnología subyacente de Bitcoin, la cadena de bloques, proporciona un libro mayor transparente de todas las transacciones. Esto puede reducir la corrupción y aumentar la confianza en entornos en los que los sistemas financieros carecen de transparencia.
Es importante tener en cuenta que, si bien Bitcoin ofrece estos beneficios, también hay desafíos significativos, como la volatilidad de los precios, las barreras tecnológicas, la incertidumbre regulatoria y la falta de infraestructura que admita las transacciones de criptomonedas. Por lo tanto, la adopción de Bitcoin en las economías emergentes puede ser un proceso complejo que vuelve a abordar estos desafíos.