Por: Manuel Cea, director de la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.
La inflación se define como el aumento sostenido y generalizado del nivel general de precios. Los recientes temporales han provocado alzas en el precio de las papas y, es probable que pronto veamos un incremento en el costo de las hortalizas en general. Estos productos, siendo cultivos anuales, tienen gran parte de su producción en la séptima región, con una concentración en la provincia de Curicó. Esta zona ha sido golpeada intensamente por las recientes inclemencias del tiempo, llevando a una previsible reducción de la oferta a corto plazo. Si bien estos eventos pueden incidir temporalmente en los precios, con el tiempo deberían estabilizarse hacia un nivel más regular. Sin embargo, esto plantea una cuestión inmediata y a futuro: ¿Cómo abordaremos la producción de alimentos en un escenario de cambio climático? Esta problemática trasciende la simple discusión sobre cómo una alza puntual impacta la inflación.
Es fundamental señalar que la situación actual está influenciada principalmente por el contexto internacional. Las decisiones de política monetaria en economías importantes, como las altas tasas que están estableciendo muchos Bancos Centrales, afectan a economías como la nuestra. Por ejemplo, las dinámicas en Estados Unidos y la desaceleración evidente en China tienen un impacto directo en aspectos importantes de nuestra economía, por decir sólo un punto, también afectan a nuestra inflación. Sin embargo, nuestro país ha optado por reducir las tasas de política monetaria, en respuesta a lo que parece ser una transición hacia, usando una frase coloquial, “cierta normalidad”. Es razonable anticipar que, en un futuro no muy lejano, las tasas de inflación regresen a niveles pre pandémicos. Es crucial mantener una perspectiva atenta sobre el panorama internacional, ya que su evolución tiene un impacto directo en nuestra economía debido a nuestra alta integración con el comercio global. Las medidas restrictivas adoptadas por las autoridades monetarias en otras latitudes pueden influirnos, a menudo más que fluctuaciones temporales en el precio de ciertos productos agrícolas.