Por: Cristián Villegas Director Instituto de Educación y Lenguaje Universidad de Las Américas
La masificación de nuevos canales de comunicación, especialmente las aplicaciones de mensajería instantánea y las posibilidades de las redes sociales, han variado la forma en que las nuevas generaciones interactúan, prefiriendo estos conductos asincrónicos por sobre las conversaciones en tiempo real, como la telefónica o incluso la modalidad presencial. Los jóvenes se relacionan hoy principalmente por WhatsApp e Instagram, mediante mensajería de texto y las opciones de voz de estas plataformas, medios que facilitan que la persona conteste con mayor tranquilidad a diferencia de la comunicación en vivo. La encuesta Feedback Research de este año, indicó que, en el caso de Chile, el 75% de la población está conectada a las redes sociales y que el 60% de los jóvenes las usa para vincularse con sus contactos.
En general, esta transformación permite mayor flexibilidad y comodidad, ya que, si bien la comunicación es poco espontánea, a su vez es menos invasiva que una llamada telefónica o videoconferencia, reduciendo la ansiedad o posibles incomodidades en función de las actividades que se estén haciendo. Este cambio también se ve reflejado en el consumo de acceso a la información, donde el estudio de Digital News Report 2022, revela que el 80% de los jóvenes españoles se informa vía redes como TikTok e Instagram mediante influencers, situación que perfectamente se puede extrapolar a Chile y que abre desafíos como la confiabilidad de la data y conocer formas de contraste.
Otra forma de visualizar lo anterior se aprecia en el deterioro de la comunicación en vivo, donde hoy resulta habitual ver a grupos de jóvenes que a pesar de estar en reuniones juntos y físicamente se relacionan entre sí o con otros mediante el uso de Smartphone, lo que evidencia la fuerte dependencia de los medios analógicos.
La comunicación de la juventud en la era digital es el reflejo de una sociedad en constante evolución, donde la preferencia por la mensajería instantánea y las redes sociales no es solo una cuestión de tecnología, sino una transformación cultural y generacional que incluso se ha ido propagando a personas de otras edades, por lo cual entender este fenómeno puede contribuir para que la comunicación sea efectiva, estando conscientes de sus ventajas, pero también de sus desafíos y debilidades.
Si bien puede ir cambiando sus formas, debe mantener lo esencial que es la trasmisión de un mensaje claro y comprensible que llegue eficazmente al receptor y sea comprensible por este, manteniendo por, sobre todo, la interacción humana.