La alimentación con alto consumo de limón y otras frutas cítricas puede generar lesiones como pérdida del esmalte, lo podría provocar sensibilidad a los cambios de temperatura o a ciertos alimentos.
Después de las Fiestas Patrias las personas tienden a realizar dietas para desintoxicar el organismo, disminuyendo el consumo de carnes y aumentando la cantidad de vegetales y frutas. Es común que dentro de las frutas se comience a consumir mucho limón y otras de tipo cítricas, y precisamente por ese motivo se debe tener cuidado.
En este escenario, la doctora Giorgina Ferri, académica de la Facultad de Odontología de la Universidad San Sebastián, nos señala que estos medios ácidos pueden favorecer la aparición de ciertas lesiones en la estructura dental, “conocidas como lesiones de origen no carioso como la corrosión o erosión, abrasión y abfracción (pérdida del tejido dentario), es decir, daño en el esmalte, cemento o dentina a nivel de cuello del diente. Este tipo de lesiones puede producir sensibilidad a los cambios de temperaturas o a ciertos alimentos”.
Sin embargo, la corrosión o erosión pueden ser de origen intrínseco (asociada a trastornos gastrointestinales) o extrínseco (dieta, medicamentos, ocupacional), ¿cómo podemos evitar el daño?
La doctora Ferri nos entrega algunos consejos:
- Existe mucha evidencia científica que afirma que las frutas cítricas y sus jugos, ciertas bebidas carbonatadas y el vino, entre otros, poseen un pH en un rango compatible con la disolución del esmalte y la dentina. Por lo que se recomienda aumentar el consumo de agua.
- Si está pensando incorporar alimentos cítricos en su dieta, se recomienda que lo haga de forma moderada y no cepille sus dientes inmediatamente de este evento, así se puede evitar generar mayor desgaste de la superficie.
- Utilizar cepillos de cerdas suaves.
- Asistir a controles odontológicos regulares para que su dentista logre realizar un diagnóstico precoz y poder descartar estas lesiones en la estructura dental.