La Fundación Orquesta Sinfónica Infantil de Los Andes, iniciativa de Codelco División Andina, rindió un homenaje sinfónico que sorprendió al público por su alta calidad técnica e interpretativa.
La Catedral de San Felipe fue el escenario perfecto para que los niños y jóvenes de FOSILA rindieran un impecable homenaje musical a la ciudad de San Felipe, por su aniversario 278. Fueron 13 piezas musicales en una hora de concierto, que su director José Tomás Rives dividió en tres partes para que cada sección de la orquesta pudiera lucirse por sí sola.
La gala comenzó con la camerata o instrumentos de cuerda, para seguir con el ensamble de vientos, que incluyó un medley de Michael Jackson, y terminar con la orquesta sinfónica en su totalidad.
Este año FOSILA está cumpliendo 10 años desde su formación inicial, con una segunda generación de pequeños músicos. Y estos conciertos siguen representando la forma en que la comunidad pueda conocer la labor social y educativa que realizan con más de 75 niños y niñas en Los Andes, Río Blanco y Tiltil.
“Muy contentos de estar en San Felipe, la alta convocatoria nos demuestra el interés que existe en la comunidad sanfelipeña por escuchar a estos niños y niñas, que día a día demuestran sus avances en el ámbito musical. Agradecemos a la Municipalidad por aceptar que seamos parte de las actividades del mes aniversario”, comentó Óscar Soria, supervisor de la dirección de Desarrollo Comunitario de División Andina.
Ruth García, representante del municipio local, subrayó la calidad de la orquesta. “Me impresionaron estos chicos por su alta calidad, me sorprendieron ya que nunca los había visto tocar. Es increíble la labor que hace Codelco Andina, incentivando a estos chicos a que dediquen su tiempo libre en algo provechoso y que pueda servirles para el futuro”.
Público sorprendido y agradecido
A Rodrigo Salinas, vecino de San Felipe, le pareció “espectacular tener la posibilidad de escuchar a estos niños que son unos prodigios. Está muy bien seleccionado el repertorio y es un acierto incluir a un autor local como Alejandro Alfaro. Es un bonito regalo”.
Carlos Barrera y su esposa, Ester Tobar, llegaron a la iglesia atraídos por la música. “Me causaron una muy grata impresión, agradecemos que hayan venido a San Felipe”, dice Carlos, mientras Ester valoró el nivel de FOSILA: “me llamó la atención lo afiatado y la acústica de la iglesia ayudó bastante, se escucharon muy bien”.
El aporte de la música
Florencia Espinoza está a cargo de la viola en FOSILA y para ella estos conciertos sirven para que la comunidad conozca el trabajo que desarrollan. “La gente se da cuenta que los niños y jóvenes no vivimos en torno a la tecnología, pegados al celular, sino que podemos desarrollar nuestros talentos”. Josefina Sandoval, mamá de Florencia, valora la oportunidad de estar en la orquesta. “Se les abre un campo musical y otro nivel de aprendizaje desde otro punto de vista, después pueden ser profesionales con un espíritu totalmente diferente, más integrales”.
