«Chile ha invertido millones de dólares en su pasado en busca de ser un país desarrollado»

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Por: Omar Villanueva Olmedo

Desde antes y como consultores desde 1972 a la fecha hemos visto muchos: estudios, consultorías y asesorías de todo tipo, investigaciones, intervenciones, donaciones, leyes; acciones de agencias, ong´s y fundaciones, formación de profesionales, arduas labores académicas, convenios internacionales, alianzas, programas de naciones unidas, organismos regionales y locales… para impulsar el anhelado desarrollo. Asimismo, el desarrollo se ha convertido en una industria que cada año mueve enormes recursos y financiamientos y buenas rentas y justo lucro a quienes participan de ella. No obstante, aún no lo hemos logrado pese a los «grandes avances» en diversos aspectos particulares de este según nos informan.

Importante preguntarse entonces: primero ¿Cómo sería Chile si fuera un país económicamente desarrollado?, segundo ¿Puede Ud. ayudarnos a describir ese estado deseado? y tercero ¿Cómo cambiará su propia forma y calidad de vida y la de su propia familia de vivir en un Chile desarrollado económica y socialmente? Miles de jóvenes chilenos preparados o no emigran cada año buscando el anhelado desarrollo fuera de Chile. Vale la pena aprovechar el nuevo escenario mundial de cambio y crecimiento para poner fin a un siglo de desarrollo frustrado.

1.-  El desarrollo de Chile según el programa del gobierno electo.

Acogemos con mucho interés la oferta explícita del texto del programa de gobierno del presidente electo que dice: «transformar a Chile en el primer país desarrollado y sin pobreza de América Latina». Y agrega dicho programa que: «Nuestra misión es transformar a Chile en ocho años en un país desarrollado y sin pobreza; y desarrollo es mucho más que crecimiento. Un Chile desarrollado es un Chile más libre, justo, solidario y sustentable, donde todos tengan un espacio para aportar y una justa participación en los beneficios del proyecto, para que todos puedan vivir una vida más plena y feliz junto a sus familias y seres queridos.»

2.- Breve historia de las promesas de desarrollo económico de Chile.

El compromiso anterior es bienvenido y asimismo deseable que todos colaboren para que se cumpla más allá de cualquier diferencia por el bien común de todos los chilenos. Aunque las personas mayores de 80 años nos dicen que tienen dudas porque vienen escuchando desde su juventud la oferta que: «viviríamos en un país desarrollado en un futuro no muy lejano».  Muchos no lo vieron y muchos más quizás no lo verán. Pero sin duda que el desarrollo pretendido en esos años pretéritos es muy diferente al vigente o a la promesa de desarrollo económico hacia el año 2025 dado los cambios y progresos de la humanidad y economía mundial en los nuevos escenarios de ese futuro.

Por la larga historia de promesas no cumplidas de este mítico desarrollo sabemos que, siendo un compromiso político, ha sido un objetivo imposible de cumplir, que se ha ido desdibujando por décadas, y con políticas públicas y emprendimientos privados que más parecieron gustos personales que un digno regalo y derecho para toda la comunidad a vivir en un país moderno altamente desarrollado… para todos.

En esta nota tratamos de describir en breve lo que es un país desarrollado a la luz de aquellos que llegaron hace tiempo a ese estado. Por ejemplo, Suiza, que tiene una «sociedad bastante civilizada y que las personas mueren solo de viejas o de alguna enfermedad intratable y que sus registros de natalidad son muy bajos y que tiene una alta proporción de extranjeros residentes».

Lo anterior contrasta con los casi 770 millones de pobres del mundo que vive con menos de un par de dólares diarios y donde no hay garantía de tener un empleo que permita salir de la pobreza. Y esto no sólo ocurre en los países pobres, sino que en Estados Unidos donde hay 3,2 millones de pobres y otros tantos pobres subviven en países europeos pese a su alto PIB.

Estamos en un nuevo siglo y una nueva era, con más recursos, con más deseos de progreso de la población, con nuevas y poderosas tecnologías e inteligencias múltiples humanas y artificiales ya disponibles, en un país que tiene enormes territorios inexplotados con toda la riqueza que hay en ellos, mayor sensibilidad medio ambiental y con otras condiciones nacionales e internacionales  que esperamos faciliten al nuevo  gobierno y a los siguientes a emprender ese desarrollo, que según la Constitución es un derecho asegurado para todas las personas.

3.- Pero… ¿Qué se puede decir sobre lo que significa vivir en un país desarrollado?

Hemos reflexionado apoyándonos en metodologías y la experiencia con sistemas expertos y tecnologías artificiales inteligentes de contraste para innovar. Para efectos de entender mejor en qué consiste vivir en un país desarrollado compare Ud.: los párrafos siguientes, extraídos de vivencias y de revisión de la literatura, con sus propias experiencias de vida en el Chile actual y o fuera de este.

Se dice que un país es desarrollado cuando la mayoría de la población tiene acceso regular a bienes y servicios para satisfacer sus deseos de bienestar. O que «todo el mundo tiene los mismos derechos y responsabilidades y que es posible que cada uno pueda construir su propia forma de vida». Nos dirán que hemos avanzado bastante: (¿Estamos en deuda?)

En muchos casos se emplean diferentes indicadores para describir a un país desarrollado (cuando se trata de desarrollo económico se habla de PIB – producto interno bruto – o de IPC – ingreso per cápita) pero  en términos más amplios el desarrollo se identifica, según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que elabora las Naciones Unidas, con el PIB, al que se agrega  la salud y la educación, y que considera otros importantes factores como los riesgos naturales, la contaminación, la disponibilidad de servicios domiciliarios (luz, agua, retiro de basuras) la biodiversidad, los hábitos de consumo, las  libertades, la longevidad, el derecho al  emprendimiento, los medios de transporte e infraestructura adecuados.

En 2016 según estimaciones de 2017, Chile estaría 38 en el ranking de países según el IDH y sería el segundo país de América, después de Canadá y Estados Unidos.  Sin embargo, la posición de Chile estaría en un tercer escalón dentro del mundo.

En una sociedad -de ser desarrollada económica, social y políticamente- nos encontraríamos con un estado de derecho, con igualdad ante la ley, sin mayores parcialidades, sin corrupción ni nepotismo, ni arreglos que favorecen a ningún grupo de interés por cualquier tipo de razones. Nos dirán que hemos progresado en esas materias, pero: (¿Estamos con algunas deudas?)

En una sociedad desarrollada se vive con tranquilidad. La policía debiera estar siempre presente y activa, cercana y disponible dentro de límites adecuados de tiempo, disuasiva para criminales, especialmente para los que reiteran su criminalidad y todo dentro de la ley. Por su parte, la justicia actuaría   en forma abierta, con costos mínimos, con acceso a todos por igual y dejando de lado las arbitrariedades, las filtraciones, los privilegios, los «errores sistemáticos o los olvidos pasajeros», los juicios eternos y las «condenas públicas antes de ser juzgados», una justicia que debe dar sentencias en plazos acotados y razonables. Una sociedad en la que se pueda confiar que recurrir a la justicia que es un beneficio y no una larga e interminable probabilidad de no encontrar soluciones adecuadas en tiempo y condenas. Nos dirán que hemos avanzado mucho: pero… (¿Estamos muy en deuda?)

Pero también es cierto que en muchas de esas naciones llamadas desarrolladas «donde las cosas y horarios funcionan» hay situaciones que deben mejorarse a comportamientos que son negativos. Por ejemplo, «lanzas y cartereros» hay en lugares turísticos donde se concentran multitudes, pero son ciudades donde no hay graff(e)itis a destajo, o el botar un papel en la calle puede costar una multa cuantiosa y no hay personas que duermen en plazas o recodos de las ciudades o hacinadas en lugares míseros. No dirán que hemos progresado en relación a los conventillos comienzos del siglo pasado o los campamentos: pero (¿Estaremos muy o poco sobre endeudados al respecto?)

Volviendo algo más positivo pues hacer esas preguntas puede parecer muy crítico, en una sociedad desarrollada se destaca una educación y formación excelente de acceso a todos los que la requieren, pertinente de acuerdo con los modernos avances del conocimiento de las ciencias y las artes y de las nuevas tecnologías e innovación, de calidad (de esa de  la que no se habla por que la mayoría de los adultos no sabe definirla) de acuerdo a la necesidad del desarrollo artístico-cultural, económico, social y personal y que disponga de los recursos necesarios para una continua actualización de sus contenidos y métodos, en todos sus niveles flexibles. Y de esta manera estar mejor preparados para lo que depara el mercado laboral y el ocio de los años siguientes. Pero: (¿Estamos con saldo a favor o en contra?)

En un país desarrollado el acceso a la salud física y mental y al tratamiento de las enfermedades: básica y compleja, de alto nivel, con prontitud y cubriendo todo tipo de situaciones está disponible a costos razonables o posible de financiar con los ingresos percibidos o gratis en contrario, en que se enfatiza la prevención para toda la población y se dispone de mecanismos de seguros públicos y privados accesibles y con una calidad de atención humana. Quizás… (¿Estamos en mora?)

La vivienda, el urbanismo y el ruralismo sustentable limpio, con higiene y cierta estética de base está disponible para todas las personas de acuerdo a padrones mínimos, en espacios públicos de calidad y donde se tiene acceso a todos los servicios necesarios en la vida actual incluidos los juegos y los inefables baños… limpios y calles sin malos olores. Acaso… (¿Estamos en deuda con varios millones de ciudadanos urbanos y rurales en esto?)

Las personas tienen múltiples alternativas de trabajo altamente productivas según sus calificaciones, aspiraciones, méritos ciclos de vida hasta tercera y cuarta edad si se desea. Para pensar: (¿Estamos en deuda con millones de ciudadanos?)

Un sistema de pensión para las personas que ya no están en condiciones de vivir de un ingreso del trabajo o propio, con un nivel que se asemeja al que se tenía cuando se era un trabajador activo.  Dirán que hemos progresado, cierto, sin embargo una duda: (¿Estamos para la para la risa o la tragedia?)

El desarrollo que se nos ha ofrecido es de un país donde se dispone de la infraestructura moderna y segura en los servicios públicos para obtener un buen nivel de vida en carreteras, puertos y aeropuertos, suministro de agua, energía, etc. Donde, por ejemplo, la densidad de tránsito de los medios particulares y comerciales esté en consonancia con las vías y los peajes de las mismas. Dirán, pero miren todo lo que hemos realizado y que no existía en siglo pasado: y (¿faltará mucho por invertir y hacer?).

Y una vista rápida a las remuneraciones del desarrollo versus nacionales muestra que según el IPC la renta mensual sería de $ 760.000, que es 2,7 veces el sueldo mínimo ($ 276.000) y si se compara este último con sueldos altos de servidores públicos la proporción es de 1 a 32. Cuando se compara el sueldo mínimo con el IPC de Italia la proporción es de 1 a 6. Vale entonces la pregunta: (¿Seguimos en alta deuda?

Decíamos que hay muchas instituciones y autoridades y expertos que han trabajado en el tema, como Lant Pritchett, de la Universidad de Harvard, que señala, entre otra materias, que el desarrollo se logra como un proceso de modernización  que culmina en condiciones tales como que: (1) la economía tiene altos niveles de productividad, dominada por grandes empresas con gestión a cargo de gerentes profesionales, funcionando en diferentes industrias y mercados (2) una política por la cual los ciudadanos constituyen el estado, que es la expresión de sus deseos, con tratamiento por igual a todos los ciudadanos (3) una administración pública que administra sus funciones con personal que se caracteriza por ser «reclutado por mérito y que no tiene uniones personales o políticas con la jerarquía» y con la aplicación impersonal de las reglas, (4) en lo social, que todos los ciudadanos se perciban a sí mismo y a otros ciudadanos como miembros de la comunidad nacional,  (5) en lo político, con un sistema estable, donde las funciones, los controles y los equilibrios se desarrollan en forma correcta y donde la corrupción es inexistente o mínima, (6) con una infraestructura nacional que permite a las personas el acceso a cada lugar del país, donde se necesite llegar, (7) el transporte público está extendido tanto en lo urbano como en lo rural, con medios de transporte modernos y con tiempos razonables de desplazamiento en cualquier momento. Final: (¿Nos faltará mucho?).

Entre los países más desarrollados están Noruega, Suecia, Alemania, Liechtenstein, Australia, Canadá que tienen un índice alto en IDH y un ingreso per cápita (IPC) también de los más altos del mundo.

4.- ¿Lograr un país desarrollado que esté de cara al desarrollo de las ciencias, la tecnología e innovación?

Estos países se han desarrollados o han llegado al desarrollo por diferentes factores: infraestructura y obras civiles, agricultura, servicios, facilidades fiscales, grandes recursos en minería y otras materias primas, incorporación de capitales extranjeros, una gran capacidad emprendedora y facilidades muchas para partir y llegar a puerto, etc. pero llegaron al presente de diferentes maneras. Por ejemplo, Barbados, Islandia tiene un alto IPC debido esencialmente al turismo, o algunos países árabes con los IPC más altos del mundo, pero en los cuales muchas libertades civiles están limitadas.

Sin embargo, en las últimas décadas el desarrollo se ha centrado en las capacidades para producir bienes y servicios para los mercados locales e internacionales y a introducir con celeridad los avances de la ciencia y de la tecnología e innovación compleja en diferentes ramas del saber, mejorando la gama de bienes y servicios, ampliándose y haciéndolos más efectivos y a costos que permite que los consuman muchos millones de personas.

Para terminar, queremos concentrarnos en el PIB para determinar a dónde se podría llegar de ser Chile un país desarrollado el 2025. El año 2016 el PIB de Chile alcanzó a los 223 mil millones de euros, con una población de 17,57 millones de habitantes por lo que el IPC es de alrededor de 12.500 Euros, que, al compararlo con unos países desarrollados, se llega a conocer la distancia que hay que recorrer para que el país lo sea: Estados Unidos 52.085, Austria 40.400, Alemania 39.500, Japón 36.163, Francia 33.300, Italia 27.700, todos en euros.

Llegar, por ejemplo,  al nivel de Italia supondría tener un PIB del orden de los 485 mil millones de euros, es decir, 2,17 veces mayor que el actual nacional, y si se quisiera alcanzar en ocho años para resolver la ecuación -base del desarrollo- nuestro PIB tendría que crecer en promedio un 9% al año, reiteramos crecer al 9% anual, lo cual requiere convicción, creatividad y un nivel de emprendimientos nunca antes vistos e innovar, todo esto en lo posible como un gran acuerdo nacional por el desarrollo de Chile.

En un escenario de país desarrollado de verdad probablemente se acumularían grandes capitales en empresas, donde podrían encontrarse unas 10 grandes empresas con capitalizaciones del orden de los 50 mil millones de dólares cada una.

Y por qué es tan importante que crezca el PIB, porque es lo único que permite crear condiciones de vida mejores para todos, en particular si se abordan y se resuelven a la vez y conjuntamente diferentes problemas sociales. Sin un alto crecimiento -como condición base necesaria, aunque no suficiente- no se puede llegar al prometido desarrollo.

5.-  Conclusión: No sabemos en detalle ni dimensionado cómo será el país desarrollado que nos ofrecen a 8 años plazo.

No nos corresponde como consultores de empresa proponer formas políticas de llegar al desarrollo económico y social del país, en parte porque no sabemos a qué niveles de desarrollo económico y social específico se ha comprometido el gobierno electo, si es como el de Lituania o de Italia u otro. Nos preguntamos colaborativamente contribuyendo a que se haga factible la promesa de desarrollo, con una bien fecha concreta, como la enunciada por el nuevo gobierno:

¿Qué ha cambiado desde mediados del siglo pasado que hace que hoy se creen las condiciones para llegar a ser un país desarrollado el año 2025?

Si es necesario hacer cambios disruptivos e innovaciones como nunca antes realizados ¿Se tiene la audacia, la convicción, las dotaciones, los proyectos, los métodos, los recursos y los talentos expertos necesarios o de donde se obtendrán?

¿Existe los medios regulares para alcanzar el desarrollo o hay que realizar cambios de diferente tipo para preparar el camino?

¿No es acaso que se requiere un importante flujo de recursos que deben venir del exterior para producir los bienes y servicios (PIB) por encima de los 400 mil millones de euros anuales?

¿Es que hay alguien que ha hecho los cálculos, los planes y encontrado los recursos y las personas sobresalientes con experiencia demostrada en desarrollar países y o industrias que no han existido en el pasado para hacer este esfuerzo de progreso que algunos podrán llamar milagro?

Lo que decía el economista, político y filósofo francés Mill: «El fin último del hombre es ser feliz», bienvenido desarrollo 2025 para el país y para todos que tiene como base un crecimiento del PIB a tasas cercanas al 9%, en uno de los escenarios posibles… de proponérselo un gran acuerdo nacional por el desarrollo de Chile.

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