En un contexto de buscar métodos alternativos de control de plagas, sin provocar daño en el medioambiente y en una interacción armónica con el agroecosistema, estuvieron 15 días en INIA La Cruz las investigadoras Leocadia Sánchez Martínez y Socorro García de República Dominicana.
Aquí conocieron experiencia chilena sobre técnicas de crianza de fitoseidos en laboratorio, identificación y reconocimiento de plagas y taxonomía de ácaros fitoseidos.
El objetivo de la visita fue aprender la metodología de crianza de ácaros fitoseidos ya que INIA posee una larga experiencia en materia de reproducción masiva de enemigos naturales para el control de plagas. Se trata de Leocadia Sánchez Martínez, entomóloga especialista en manejo de plagas y producciones de cultivos y Socorro García, encargada del laboratorio de protección vegetal del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF) quienes durante quince días compartieron acerca de los protocolos de crianza, con la técnico de laboratorio Antonieta Cardemil y la entomóloga Natalia Olivares.
Socorro García, fitopatóloga tenía antecedentes del INIA por su avanzado conocimiento en la producción masiva de hongos entomopatógenos utilizados como controlados biológicos, además de la nutrida colección de recursos fitogenéticos cultivados y silvestres en Chile. “Esta visita es para ver cómo mantener la crianza masiva y producción de ácaros fitoseidos y sondear los enemigos naturales que pueden ser usados y liberados para controlar la Arañita bimaculada (Tetranychus urticae) y el Trips de California (Frankliniella occidentalis)”.
La estadía de dos semanas de las investigadoras se inscribe en el marco de un proyecto de colaboración internacional entre los Gobiernos de Chile y República Dominicana el cual cuenta con el financiamiento de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID).
Este trabajo colaborativo va en su segundo año y el proyecto se titula “Implementación y validación de alternativas biológicas para el manejo de plagas como el Trips de California (Frankliniella occidentalis y ácaros) en ambiente protegido”.
Ejecutan el proyecto el INIA, el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF) y la colaboración del Ministerio de Planificación, Desarrollo y Economía.
Participan tres centros regionales del INIA: Quilamapu, La Cruz y La Platina, siendo un trabajo integrado en el ámbito de la entomología.
En República Dominicana el principal daño asociado a la presencia de F. occidentalis se encuentra en hortalizas y flores tanto al aire libre como bajo invernadero afectando vegetales chinos de exportación o berenjenas. “Es una plaga de alto riesgo para nuestra agricultura y cada vez que se detecta la presencia del trips de California en Europa o EE.UU. o existe riesgo de residuos de plaguicidas al controlar la plaga, implica una notificación para nuestro país, lo que genera devolución del producto”, precisaron las investigadoras.
La entomóloga Natalia Olivares Pacheco, quien lidera el equipo de trabajo en INIA La Cruz precisa: “para nosotros es muy interesante compartir esta experiencia y conocimiento chileno entre países con problemas comunes”. El objetivo de esta cooperación, agrega, es transferir tecnología en las áreas de sanidad vegetal por lo que nos hemos organizado como INIA integrando a tres centros regionales de investigación que llevan mucho avance en las nuevas estrategias de control de plagas”.
Leocadia Sánchez Martínez, entomóloga afirma que en República Dominicana, “En República Dominicana, el uso de control biológico a nivel comercial es reducido utilizándose a pequeña escala la liberación de parasitoides”. Algunos proyectos, precisó, están abordando el uso de microorganismos como hongos entomopatógenos y tratamos de concientizar al productor sobre la importancia de implementar el control biológico tanto utilizando materia orgánica como microorganismos antagónicos.
